LA CULEBRA GRÁFICA: PIZOTON DEL DIABLO

domingo, 3 de octubre de 2010

PIZOTON DEL DIABLO

DE LA SERIE ENGENDROS DEL MEZCAL
Técnica: xilografía y monotipo
Medidas: 55cm X 99.5cm
Año: 2010

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KUMANTUK divinidades y engendros

Es ya de noche, Kumantuk llega al lugar señalado,

toma su cabeza con las dos manos y la desprende del cuerpo,

la deposita en un lugar específico para estar seguro de recuperarla después.

Ya sin cabeza comienza la transformación y el viaje del que regresará saciado de sangre.

Toma su cabeza, la vuelve a colocar en su sitio y Kumantuk es humano de nuevo. Es ya de día.

Según la narrativa tradicional ayuujk Xaam, kumantuk es aquel ser humano que tiene la capacidad de transformarse en un ser zoomórfico, sanguinario, un ser que se dedica a matar a sus enemigos o a otros seres humanos chupándoles la sangre hasta dejarlos muertos, Kumantuk tiene capacidades sobrenaturales y puede manipular su aspecto físico, una de esas capacidades es la de quitarse la cabeza antes de la búsqueda de su víctima o auto-transportarse con mucha facilidad de un lugar a otro sin importar la distancia.

Gilberto Delgado (Tlahuitoltepec, 1987) retoma los elementos de estos seres para explorar a través de su obra plástica, el desarrollo de las transformaciones y los viajes por lo cuales puede transitar un ser humano que ha renunciado a su propia cabeza. Con esta muestra, el artista nos presenta los engendros en los que los Kumantuk se transforman y explora además el proceso mismo del cambio de ahí que, a través de las piezas, pueda apreciarse el dinamismo de esta conversión, la fuerza con la que se va gestando la metamorfosis por medio de la trasmutación de los colores en formas y símbolos.

Ahora, solo queda comenzar el viaje iniciático de la mano del artista, dejar la cabeza en algún lugar y comenzar a experimentar a través de este viaje visual delirante, la belleza terrible de la metamorfosis, transformarnos en cada uno de los engendros, saciarnos con los colores y tal vez una vez terminado el viaje y el festín, decidamos no regresar y perder, aunque sea un poco, la cabeza.

Elena Aguilar Yasnaya/Benjamín García González